Ejercicio
Mindfulness para comer consciente
La alimentación consciente, o “mindfoodness” como también se conoce, significa crear una relación sensorial y una conexión orgánica con lo que estamos consumiendo. Esto, con el fin de poner atención plena a los sabores, texturas y sensaciones que nos está provocando la comida y el llevarla del plato al estómago.
Actualmente, la comida es una de las actividades que más realizamos de manera automática durante nuestro día a día. La falta de tiempo y el ritmo al que vivimos, sobre todo en las grandes ciudades, se traduce en una alimentación inconsciente que deja muchas consecuencias negativas en el organismo.
Para contrarrestar estas afectaciones al cuerpo, es posible trasladar la técnica del mindfulness a nuestras comidas. La alimentación consciente, o “mindfoodness” como también se conoce, significa crear una relación sensorial y una conexión orgánica con lo que estamos consumiendo. Esto, con el fin de poner atención plena a los sabores, texturas y sensaciones que nos está provocando la comida y el llevarla del plato al estómago.
¿Para qué alimentarte conscientemente?
Comer conscientemente te permite disfrutar plenamente de tus alimentos y percibir los sabores con mayor intensidad. La alimentación consciente también te puede ayudar a prevenir la obesidad, ya que poniendo atención a tus sensaciones, notarás cuando tu cuerpo te indique que se encuentra satisfecho.
Dejarás de comer en automático y promoverás en ti una alimentación más saludable. El realizar esta actividad de manera más “racional”, contribuirás a prevenir trastornos alimenticios, así como reducir las tentaciones y antojos que te pueden orillar a ingerir alimentos por factores externos a las necesidades de tu organismo.
Ejercicios para practicar “mindfoodness”
El objetivo de la alimentación consciente es que desarrolles la capacidad de adecuar tu ingesta de alimentos lo mejor posible a las necesidades de tu cuerpo, pero sin dejar de lado los grandes placeres que implica una buena comida.
Para lograrlo, practica durante tus comidas, y en la medida de lo posible, los siguientes ejercicios:
- Identifica tus necesidades. Cuando te dispones ingerir algo, fuera del horario habitual de tus comidas, es bueno que te preguntes si realmente tienes hambre, o sólo es un antojo, o ansiedad o algo más. Pon atención a tu cuerpo e identifica bien cuál es la necesidad que quieres satisfacer y si no es hambre, intenta beber agua o dar un paseo para distraerte de ese capricho.
- Enfócate en la comida. Es crucial que cuando se a tu hora de comer, enfoque tu atención plena a esta actividad. Olvídate sólo por este tiempo de checar tu celular, o del trabajo, o de cualquier otra cosa que no tenga que ver con comer. Enfócate en el sabor, la temperatura, las texturas y cualquier sensación en general que te producen tus alimentos.
- Invítate a comer. Dale a tus comidas el lugar especial que se merecen. Cuando tengas oportunidad, prepara tu mesa como si fueras a tener un invitado en casa. Cuida el entorno y la presentación de tus platillos, así incrementarás el placer que te produce la comida y te sentirás mucho mejor al disfrutarla.
- Tómate tu tiempo. Para poder disfrutar de cualquier tipo de placer, es mucho mejor que lo hagas despacio. Tómate el tiempo necesario para disfrutar plenamente de tus alimentos. Dedica mínimo 20 minutos para cada comida y procura tomar pequeños descansos entre cada platillo e, inclusive, entre cada bocado. Así le darás tiempo a tu cuerpo de asimilar la actividad y reconocerás cuando sientas tu hambre satisfecha.
- Forma un hábito. Convierte tu alimentación consciente en un hábito. Muy probablemente no lo puedas lograr de la noche a la mañana, pero poco a poco ve incorporando esta actividad en tu día a día. Empieza realizándola 2 o 3 veces por semana y aumenta la frecuencia poco a poco. Con un algo de tiempo y perseverancia notarás los grandes cambios y beneficios que el mindfoodness ha traído a tu vida.